La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU incluye 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Cada ODS se desglosa en metas específicas que definen con más detalle lo que la comunidad mundial pretende conseguir. Para medir el progreso hacia la consecución de los ODS, cada una de estas metas incluye además uno o más indicadores.
He aquí un ejemplo:
El ODS 1 (Poner fin a la pobreza en todas sus formas y en todo el mundo) incluye siete metas. Una de estas metas es la 1.2:
- 1.2 De aquí a 2030, reducir al menos a la mitad la proporción de hombres, mujeres y niños de todas las edades que viven en la pobreza en todas sus dimensiones con arreglo a las definiciones nacionales
La meta 1.2 incluye dos indicadores a partir de los cuales se miden los avances. Los dos indicadores son:
- 1.2.1 Proporción de la población que vive por debajo del umbral nacional de pobreza, desglosada por sexo y edad
- 1.2.2 Proporción de hombres, mujeres y niños de todas las edades que viven en la pobreza, en todas sus dimensiones, con arreglo a las definiciones nacionales
La comunidad mundial ha establecido un mecanismo para recopilar datos de los diferentes Estados miembros de la ONU sobre cada uno de los indicadores de los ODS. Al comparar estos datos a lo largo del tiempo, es posible ver si estamos en el camino de la consecución de los ODS, e identificar posibles retrasos o lagunas que deben ser abordados.
En total, el marco de indicadores globales de los ODS incluye 231 indicadores únicos, cada uno de ellos con un número de tres dígitos, por ejemplo, 1.2.1. El primer dígito se refiere al número del ODS y el segundo a la meta del ODS a la que se refiere el indicador.
La lista oficial de las Naciones Unidas de todas las metas e indicadores de los ODS puede encontrarse aquí (PDF). Si mira la lista, encontrará que las metas y los indicadores son bastante técnicos y a veces difíciles de entender y relacionar. Esto se debe, en parte, a que el marco de indicadores está pensado principalmente para que los gobiernos nacionales midan los avances.
Por lo tanto, para la herramienta de autoevaluación de los ODS de “Despertando al Gigante”, nuestro objetivo era traducir las metas y los indicadores en un lenguaje accesible y en acciones concretas con las que las iglesias y otros actores religiosos puedan relacionarse fácilmente. La herramienta de autoevaluación no es un instrumento científico, sino una forma práctica de que las iglesias y otras comunidades religiosas comprendan mejor lo que hay detrás de los ODS seleccionados y exploren los vínculos con su trabajo en curso.